Y es que, uno de los problemas que tiene el que la tecnología avance tan rápido, es que ya no podemos comprar dispositivos que duren 10 años, porque a los dos y medio ya estarán anticuados. Y no hablamos de que los nuevos portátiles cuenten con características mejoradas con respecto a los anteriores portátiles, sino a que incluso se ha cambiado por completo el paradigma en algunos aspectos.

Es el caso, por ejemplo, del lector de CD y DVD, un imprescindible hace años, que hoy en día se ha convertido en uno de los componentes más prescindibles de un ordenador, por varios motivos. Por un lado, ocupa un gran espacio, que hace que el portátil pese más, que el tamaño aumente, y que haya que el espacio no se pueda repartir igual para los componentes de portátil, lo que a su vez afecta negativamente a la refrigeración del equipo. Además, los portátiles se mueven, y reciben golpes, y el lector de discos cuentan con diferentes piezas móviles, que son susceptibles de estropearse con el paso del tiempo. Es por eso que los lectores de CD o DVD suelen ser el primer componente en estropearse del ordenador.

A todo esto hay que sumar el hecho de que las unidades de memoria SSD han ganado muchísima popularidad. Aunque son más caras que los discos duros, precisamente destacan por no contar con unidades móviles, ni ser magnéticas. Las memorias SSD no se van a estropear si acercamos un imán, algo que sí ocurrirá con los discos duros, y es mucho más difícil que se estropeen si el ordenador recibe un golpe. Pero lo más importante es que estas unidades SSD son mucho más rápidas que los discos duros, y mejora notablemente el rendimiento del ordenador. Por esto muchos usuarios sustituyen el disco duro por una unidad SSD.

Sin embargo, si combinamos las dos cosas anteriores, podemos conseguir revivir nuestro portátil. ¿Cómo? Muy sencillo, quitando el lector de CD o DVD, y sustituyéndolo por una unidad SSD.

Alternativa: Si tu ordenador no tiene lector de CD o DVD, y no existe un adaptado para sustituir este lector por una unidad SSD, pero quieres aprovechar las ventajas de esta memoria, siempre puedes sustituir el disco duro por la unidad SSD, y utilizar el disco duro como una memoria externa.

PASO 1.- Compra una memoria SSD
Lo primero que debemos hacer es comprar una memoria SSD. Lo ideal es optar por una memoria que tenga la misma capacidad que nuestro disco duro, pues recordemos que esta va a sustituir a nuestro disco duro. Sin embargo, eso no significa que lo tenga que almacenar todo. Primero podemos borrar todo lo prescindible del disco duro, y entonces tomar como referencia lo que de verdad vamos a necesitar en memoria. Tengamos en cuenta que una unidad SSD será más cara que un disco duro. Aunque encontraremos unidades más caras y más baratos, podemos hacer unos idea de que hoy podemos comprar unidades SSD de 120 GB por unos 60 euros, y de 250 GB por algo más de 100 euros.

PASO 2.- Comprar adaptador de disco CD o DVD para memoria
Aquí puede llegar lo complicado. Vamos a tener que quitar la unidad de CD o DVD, y poner la memoria SSD con un adaptador para que encaje en el espacio de la unidad de CD o DVD. El caso de cada ordenador es distinto. Tendremos que buscar en Internet si existe para nuestro ordenador uno de estos adaptadores. Y el precio también variará. Por ejemplo, si tenemos un MacBook Pro de los antiguos, con lector de CD o DVD, se puede comprar un adaptador para la memoria, una carcasa para externalizar el lector de CD y DVD, y todas las herramientas necesarias, por 40 euros. Los hay incluso más baratos y compatibles con otras marcas, como Sony o HP. No obstante, si buscamos uno que sea específico de nuestro ordenador, o que cuente con una construcción de calidad, mejor todavía, aunque tengamos que gastar un poco más.

PASO 3.- Retira el lector de CD o DVD
Ahora es necesario retirar el lector de CD o DVD. Aunque pueda parecer complicar, es algo realmente sencillo. Tratándose de un portátil, lo más probable es que simplemente haya un tornillo al que podamos acceder por la parte inferior del portátil. En cualquier caso, si no se trata de un portátil muy nuevo en el que sea casi imposible acceder a la unidad de CD o DVD, es probable que podamos encontrar información, e incluso vídeos, de cómo quitar la unidad de CD o DVD en el caso de nuestro portátil.

PASO 4.- Instala el adaptador y la memoria SSD
Tendremos que instalar la memoria SSD en el propio adaptador, algo que será realmente sencillo, y así tendremos una unidad que en tamaño debería ser equivalente a la unidad del lector de CD o DVD. No debería ser muy complicado instalarla. Tendremos que asegurarnos de que el ordenador está apagado y no recibe corriente eléctrica. Instalamos entonces el adaptador con la memoria SSD, nos aseguramos de que está bien instalado, e iniciamos el ordenador.

PASO 5.- Copia los datos de una unidad a otra
Para aprovechar la unidad SSD, lo lógico es que esta sea la unidad de memoria principal del ordenador, y el disco duro sea la unidad secundaria. Para copiar todos los datos de una memoria a otra podremos utilizar diversos programas. Si utilizamos Windows, un buen programa para copiar todos los datos del disco duro a la memoria SSD es AOMEI Backupper.

PASO 6.- Selecciona que el ordenador inicie desde la memoria SSD
Es momento de sustituir completamente el disco duro por la memoria SSD. Para ello, solo tenemos que acceder a la BIOS, y entonces elegir la opción Boot, o cualquiera que tenga que ver con el inicio del sistema, y elegir la memoria SSD como la primera, de manera que el ordenador, siempre que se encienda, recurra a la memoria SSD para iniciar el sistema operativo y demás.

PASO 7.- Retira el disco duro
Si es posible, retira el disco duro, e intenta iniciar el ordenador. Si haces esto, y el ordenador inicia y funciona perfectamente, es que has realizado todos los pasos correctamente, y que ya no necesitas la información que hay en el disco duro.

PASO 8.- Formatea el disco duro
Pues que la información del disco duro ya está en la memoria SSD, ya puedes borrar todo lo que hay en el disco duro, y utilizarlo para almacenar archivos. Lo ideal es que formatees el disco duro, y no únicamente que borres los archivos. Si hay archivos que quieres guardar, lo recomendable es transferirlos a una unidad externa, formatear el disco duro, y entonces volver a transferirlos al disco duro.

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